Avatares tiene la vida, sucesos graves que el azar nos planta a la vuelta de cualquier esquina, trampas del destino, ausencias tristes, desencuentros inesperados y traiciones a barlovento a las que somos proclives.
Nadie está libre de que todo se vaya al traste, de que el pie del mundo nos aplaste como hormigas sin que podamos encontrar a tiempo una salida. Nadie puede eludir eternamente esos instantes malditos en los que la luz que siempre hay al fondo del túnel apenas se percibe.
Para todos llegan momentos tristes, inmersiones profundas y a pulmón libre en el lago de la pena, relámpagos en vena que arrasan por donde pasan y destrozan todo lo que encuentran en su camino hacia las estancias del corazón.
En el centro de esos chispazos oscuros que también a mí me ocurren, tengo la dichosa costumbre, adquirida en tiempos remotos de manos de un poeta, de recitar unos versos que aprendí de memoria en la escuela.
Un mantra continuo que recito en voz alta todo lo alta que el nudo de la garganta permite, que me libera el pecho, me seca las lágrimas y me alivia el rostro. Versos que me sobrecogieron aquella primera vez que los leí y que aún ahora me estremecen.
Quiero llorar porque me da la gana
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que sonda las cosas del otro lado.
Quiero llorar diciendo mi nombre,
rosa, niño y abeto a la orilla de este lago,
para decir mi verdad de hombre de sangre
matando en mí la burla y la sugestión del vocablo.
No, no, yo no pregunto, yo deseo,
voz mía libertada que me lames las manos.
En el laberinto de biombos es mi desnudo el que recibe
la luna de castigo y el reloj encenizado.
Así hablaba yo.
Así hablaba yo cuando Saturno detuvo los trenes
y la bruma y el Sueño y la Muerte me estaban buscando.
Me estaban buscando
allí donde mugen las vacas que tienen patitas de paje
y allí donde flota mi cuerpo entre los equilibrios contrarios.
(fragmento del Poema doble del lago Edem, del libro «Poeta en Nueva York» [1929/30] de Federico García Lorca)