Cuando dices que me quieres, yo no sé si te he entendido. Y no sé si me entiendes cuando te digo que vivimos atrapados en palabras, embebidos en la mágica inexactitud de lo dicho.

Cuando dices que me quieres, no adivino a descifrar si es el deseo lo que te mueve. O es quizá, tan solo, que me deseas buena suerte con un lenguaje fraternal.

Si esperas que yo también te quiera y tú haces la primera entrega esperando devolución. Si el que habla es tu corazón y con él viene también la cabeza o es que perdiste la razón en un ataque de primavera.

Y no sé si lo que me ofreces es una forma de adopción que me ocupará la vida entera. O si vas a quererme siempre o sólo hasta que me muera o tu amor es un amor corriente que se desviará hacia otra gente cuando yo ya no te quiera.

Si me quieres porque no me tienes y cuando me tengas dejarás de quererme. Si me quieres como costumbre o para entretener las horas muertas. O para que te abra las puertas y te invite a tomar café o te regale bombones programados y flores de papel.

No soy capaz de entender si, cuando dices que me quieres, me quieres llevar adherido o si quieres decir que me adquieres. Para que no pueda mirar falda que no sea la tuya ni alumbrarme en la luna de otros ojos ni sentir el tacto de otra piel. Si piensas que el amor sólo se entrega o si tú me lo entregas a cambio de serte fiel. O si crees que, que yo te quiera, acaso depende de que tú lo seas.

Porque yo no sé si el amor es una retahíla de hechizos encadenados y despiertas del anterior para caer en el siguiente conforme vas probando los labios consecutivos de princesas adyacentes. O es una etapa transitoria de infelicidad manifiesta o, por el contrario, es la suerte inmensa de no saber darse cuenta de lo que pasa.

Todas estas dudas son la prueba exacta de la existencia del sentimiento. Por eso quiero que sepas que no te miento. Y yo sé que no me mientes. Es sólo que no estoy seguro de si usamos la misma palabra para decir cosas diferentes.

Porque, cuando dices que me quieres y yo te respondo lo mismo… ¡ay, es que no sé si tú te entiendes! Y yo no sé si me he entendido.

Y, sin embargo…